Desencadenantes del dolor de cabeza en la vida moderna
Los estudios científicos han aportado cada vez más pruebas de que el estilo de vida moderno de los países industrializados influye en la aparición y en los efectos del dolor de cabeza [1]. Este fenómeno se ha denominado «dolor de cabeza del siglo XXI» (Fig. 1). Una dieta poco saludable, el estrés y las malas posturas han sido reconocidos desde hace tiempo como factores de riesgo no solo para la obesidad y la fatiga, sino también para el dolor de cabeza. Otro factor desencadenante importante, añadido recientemente, es el aumento del uso de la tecnología digital. La pandemia de la COVID-19 ha empeorado aún más la situación: no solo han aumentado el estrés y la tensión nerviosa, sino también el tiempo que las personas pasan sentadas frente a una pantalla, con malas posturas, participando en reuniones de negocios de forma remota y manteniendo contactos sociales virtuales durante largas horas.
Fig. 1. «Dolor de cabeza del siglo XXI»: causas y efectos
Impacto negativo del dolor de cabeza en la vida diaria y alto nivel de sufrimiento
Los efectos del último aumento de los dolores de cabeza -sobre todo en las personas de entre 15 y 49 años- son múltiples y variados: disminuyen la concentración, la atención, la motivación y los contactos sociales, mientras que aumentan la incapacidad laboral, el presentismo (presencia en el puesto de trabajo a pesar de estar indispuesto) y el absentismo (Fig. 1). Aunque existen tratamientos eficaces, el 60% de los que sufren de migrañas y el 80% de los que padecen dolores de cabeza de tipo tensional (TTH) no acuden nunca al médico y confían en que la automedicación aliviará sus síntomas. Hasta ahora se sabía poco sobre el impacto negativo real, además del nivel de dolor que experimenta este grupo de enfermos o sobre sus métodos de autotratamiento. Este fenómeno denominado «dolor de cabeza no tratado por el médico» (NDH) es la razón por la que no es posible realizar ensayos controlados aleatorios (ECA) dirigidos a la población de NDH, ya que estos solo se dirigen al dolor de cabeza diagnosticado por el profesional. Por lo tanto, se necesitan datos reales, como los obtenidos de las aplicaciones, para saber más sobre estos dolores de cabeza no tratados por el médico.
Datos del mundo real de usuarios de la aplicación de autotratamiento
Para arrojar más luz sobre este problema, Goadsby et al. [2] utilizaron un estudio sirviéndose de una aplicación que recogía datos del mundo real de 60.474 personas de cinco países. El estudio transversal retrospectivo analizó los datos que autodeclararon los usuarios de la aplicación «Migraine Buddy»* para teléfonos inteligentes obtenidos durante 25 meses. Esta población no fue seleccionada ni reclutada, sino que se ofreció a los usuarios existentes de la aplicación la posibilidad de optar por no participar en la recogida de datos. Se incluyeron en el análisis los datos de todos los usuarios que no optaron por no participar y que habían utilizado la aplicación al menos 45 días durante el periodo de estudio. Los datos asociados al dolor de cabeza se muestran en la Fig. 2.
Fig. 2. Datos reales de un estudio basado en una app sobre la frecuencia del dolor de cabeza y su impacto en la vida diaria [2]
La mayoría de los afectados sufren episodios de dolor de cabeza o migraña hasta 4 veces al mes
A nivel transnacional, el 57–67% de los usuarios declararon tener menos de 2 episodios de dolor de cabeza al mes, mientras que el 29–36% sufría de dolor de cabeza entre 2 y 5 veces al mes (Fig. 2A). La intensidad media del dolor declarada en una escala de 0 a 10 fue de aproximadamente 5, pero fue ligeramente inferior en Japón. En general, los factores desencadenantes más mencionados fueron el dolor de cuello, el estrés y la falta de sueño. Aproximadamente la mitad de los sujetos declararon náuseas o vómitos asociados al dolor de cabeza, excepto en Japón, donde la cifra fue solo del 14,5%. Entre el 35 y el 64% de los sujetos informaron de que sus actividades cotidianas en casa o en el trabajo eran más lentas, entre el 32 y el 56% tenían dificultades para concentrarse, entre el 7 y el 25 % dejaban de participar en actividades sociales y entre el 13 y el 21% dejaban de pasar tiempo con su familia (Fig. 2B). Las intervenciones no farmacológicas más comunes para un alivio fueron dormir, beber agua, pasar tiempo en el interior o en una habitación oscura y beber café.
En resumen, se demostró el profundo impacto que tiene el dolor de cabeza en la vida de los afectados y que la génesis del dolor de cabeza a través de los desencadenantes del estilo de vida moderno, como los medios digitales y su mayor uso durante la pandemia de COVID-19, es cada vez más compleja.
* Migraine Buddy App = aplicación para teléfonos inteligentes para el seguimiento del dolor de cabeza y la migraña, disponible en https://migrainebuddy.com/
Literatura
- Goadsby PJ, Lantéri-Minet M, Michel MC, Peres M, Shibata M, Straube A, Wijeratne T, Ebel-Bitoun C, Constantin L, Hitier S. 21st century headache: mapping new territory. J Headache Pain 2021;22:19. doi: 10.1186/s10194-021-01233-7.
- Goadsby PJ, Constantin L, Ebel-Bitoun C, Igracki Turudic I, Hitier S, Amand-Bourdon C, Stewart A. Multinational descriptive analysis of the real-world burden of headache using the Migraine Buddy application. Eur J Neurol 2021;28(12):4184-4193. doi: 10.1111/ene.15037.
Conflicto de intereses: Luminita Constantin, Marion Eberlin e Iva Igracki Turudic son empleados de Sanofi-Aventis. Martin Michel es un consultor de Sanofi-Aventis.
Divulgación: Redacción y publicación médica financiada por Sanofi-Aventis Deutschland GmbH.